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viernes, 16 de septiembre de 2011

Cap. 5: Congreso (1ª parte)

Hey!^^ Aqui esta el quinto capitulo. Antes de nada, quiero haceros saber que voy a dejar de escribir como, por ejemplo: Nereida: blablabla. Ahora voy a escribir tipo: -blablablabla-dijo Nereida. Y lo que este dentro de < y > son los pensamientos. ¿Me explico como un libro abierto, verdad?xD   Espero que os guste!^^


Un dia soleado en el Clan de la Tierra. Algo muy comun en verano. El Sol daba calor, el verde de los campos se reflejaba en el aire que se respiraba.La brisa, pura y fresca, bailaba de un lado a otro haciendo que los paisanos trabajasen los cultivos de buena gana y sonrientes, aunque sudorosos y cansados. Desde el castillo, el rey observaba con semblante serio y con ojos preocupados. Hoy era la noche. Hoy el Congreso se reuniria para debatir el estado de Dunheim. El Clan del Fuego decia que el Clan del Agua le habia declarado la guerra. Pero el Clan del Agua lo negaba y aseguraba que era el Clan del Fuego el que se la declaro primero. El Clan de la Tierra siempre habia estado neutro, pero hoy debia decidir. El Clan del Aire habian estado igual que ellos, pero por algun extraño motivo se integraron en las disputas.
Mientras el rey cavilaba, la puerta el salon se abrio y un niño de unos seis años de edad entro corriendo y abrazo la pierna del hombre.
- ¡Papá, papá!- dijo mientras se soltaba- ¡hoy me he echo amigo de una mariposa, de un escarabajo y de una lombriz de tierra!
El rey rió y le revolvio el pelo con carño.
- Muy bien, pequeño.- le dijo con una sonrisa.
- Papá...
- ¿Qué pasa, hijo?
-¿Cuando va a volver tita Rose? Sin ella esto es aburrido... muuuuuy aburrido.- dijo el niño bajando la cabeza- sin sus gritos estresados esto no mola.
El señor le miró con aire triste y suspiró.
- Ahora mismo Rose esta muy lejos de aquí. A salvo. Cuando cumplas 12 años te irás con ella si esto sigue así.
- Entonces...¿no va a volver?
- Volverá cuando esto haya acabado.



Akayami miraba con el ceño fruncido por la ventana. Lo que le dijo Ignius era.. ¡completamente ilógico! Era imposible. Expondría la "teoría" de su hermano en el Congreso. O mejor no. No lo tenía claro. No tenía nada claro. No podía ir allí y decir enfrente de los Sabios esa estupidez. A lo mejor no era una estupidez... Golpeó el cristal con rabia, pero se contuvo para no romperlo. Se sentía estúpida e ignorante, muy ignorante. ¿Es que acaso no sabía lo que podría pasarsi dice esas cosas en el Congreso? Claro que lo sabía. Y por eso tenía que aclararse... Alguien tocó la puerta. Sin apartar la vista del cristal dio el pase.
- ¡Hola, primita!- exclamó muy sonriente un chico de ojos esmeraldas y pelo rojo.
- Ignius está abajo.- dijo sin apartar la mirada.
- Te he venido a ver a tí... ¿Que tal estás?
- Bien. Y ahora vete con Ignius y déjame en paz.
El chico la miró serio y volvió a sonreir.
- Está bien, Yami. Voy a ver como está.
Hizo ademán de despedirse y se fue.
La chica suspiró y negó con la cabeza mientras cerraba los ojos.
<Cuando madurará...>       




- Reina Meridia, ¿qué se va a poner para el Congreso?
La mujer miró el armio y señaló un vestido azul turquesa con adornos dorados. La chica mas joven, su dama, asintió con la cabeza y lo extendió en la cama. La reina estaba alli, pero no lo parecía. Miraba al vestido con una cara extraña.
- ¿Se encuentra usted bien?- le preguntó la doncella.
La señora dio un respingo y pareció despertar.
- ¡Sí, sí! Estoy perfectamente.
La chica la miró a los ojos y muy seria le preguntó:
- Está preocupada por el Congreso, ¿verdad?
- No solo por eso, Lina...- dijo con un suspiro- tambien por mi sobrina Callia. Ella va a ser el futuro del Clan del Agua. Espero que todo le vaya bien.
- Tranquila, majestad. Seguro que está estupendamente en la Tierra.
- Ojalá sea así... Y ahora, vamos a ver los complementos que voy a llevar. ¡Tengo que estar radiante!- contestó con una sonrisa.





Un chico de unos veinte años daba paseos en círculo por su habitación. Se encontraba en el Castillo Flotante, en el Clan del Aire. Un hobre más mayor abrió la puerta y le puso la mano en el hombro.
- Tranquilo hijo, todo saldrá bien.
- Lo sé, padre. Pero.. me preocupa que lo que pase en Dunheim pueda salpicar a todos los portadores de Tatuajes. Entonces tambien afectaría a los refugiados en la Tierra...
- No tienes de qué preocuparte. Tu hermano estará a salvo en el internado de Australia, aunque pertenezca al Clan del Agua...- hizo una pausa.- Estará bien.
- No estoy seguro... Lo mejor es que vaya allí y que me asegure de que todo está en orden y...- empezó a andar apresuradamente hacia la puerta.
- Lo mejor es que te prepares para el Congreso.
El chico se frenó de golpe, No se acordaba de que esa noche era la Reunión del Congreso. Miró a su padre a los ojos. El hormbre mas mayor tenía los ojos lilas, mas claros que el violeta liso. Mientras que el chico los tenia violeta oscuro con reflejos claros. Quitando los ojos y el pelo, que el padre tenía plateado casi gris y el chico blanco con la capa inferior negra, se notaba que eran familia.
- Padre, tengo que ir a ver a Aero.
Su padre le miró y le sonrió.
- Irás cuando el Congreso haya acabado. Yo ya estoy viejo, y un poco sordo, asique no me enteraría ni de la mitad de las cosas. Lo mejor que puedes hacer es ir al Condreso y luego, si quieres, ir a la Tierra. Hazlo por tu pueblo, Iván.
El chico se lo pensó. Subió la cabeza y sonrió levemente.
- Está bien, padre.- se volvió a poner serio- Pero cuando salga de allí iré directamente a verlo.



Los días nevados eran preciosos. Los frondosos bosques se teían de blanco y algunos de ellos se helaban dejando los frutos como esculturas. Candy caminaba con la respiración minimamente agitada por el bosque de la Tribu. Aunque sólo fuese una joven, ya presentaba la destreza de un Sabio. Oyó pisadas en la nieve y se tengo Estaba a punto de huir cuando oyó la voz de alguien conocida.
- ¡Princesaaaaaaaaaaa!¡Candy, para por lo que más quieras, muchachaaaaaaaaaaa!
La princesa paró, cerró los ojos y sonrió con cara de circunstancias.
- Eeeeeeh... ¡Bianca! Mi queridiiisima Bianca... ¿Qé haces.. a..quí..?
La otra joven le lanzó una mirada asesina que casi le atraviesa mientras se le acercaba, visiblemente sofocada. Tenia el vestido mojado por la nieve derretida y el peinado estropeado. Cuando estuvo cerca de la otra chica le miró seria y derrepente la abrazó muy fuerte. La princesa respondió lentamente al abrazo y empezó a llorar. Bianca le acarició el pelo y le susurró:
- Tranquila, piensa que tu aspecto está mejor que el mío.
La chica se rió y se secó las lagrimas. Con la cabeza gacha preguntó:
- El tío Helos estará furioso, ¿no?
- Furioso un poco, pero sobre todo preocupado. Hoy es la noche del Congreso y estaba desesperado por si desaparecias. Y con razón.
- Necesitaba pensar y aclara mi mente.
- Oye,- la obligó a mirarla a los ojos- además de tu doncella soy tu amiga. Y si tienes que desahogarte, ¡no es necesario que desaparezcas! Con que des dos pasos más al salir de tu habitación ya me tendrás para lo que quieras.
Candy subió la mirada con los ojos empapados de lágrimas y la sonrió. La volvió a abrazar y le retocó el peinado.
- Qué pelos tienes...- comentó con una sonrisa.
- Ponte a recorrer todo el bosque durante horas a ver como se te quedan a tí.- le dijo con otra mirada asesina.
- ¿Vamos a casa?
- Por favor, SÍ.
La doncella sonrió y le cogió por los hombros a la princesa. Se pasaron el camino hablando y riendo. Cuando llegaron, un mayordomo miró a Bienca con parsimonia, pero al ver a la princesa abrió los ojos y se irguió como una vela. Con aire apresurado la condujo a su habitación y ordenó que le preparasen un baño caliente. Bianca pidió otro.
Mientras Candy estaba en la bañera con mucha espuma, Bianca aprovechó para hablar con ella.
- Y... ¿qué vas ha hacer?
- Hmmm... no lo sé. ¿De qué?- contestó la princesa con los ojos cerrados y apoyando la cabeza en el borde de la bañera.
- Con lo del Consejo. Se lo tendras que decir a tu tío, ¿no?
Reinó el silencio; solamente se escuchaba el sonido de unas gotas caer del grifo. Pasados unos minutps, Candy abrió los ojos azulados despacio y miró a Bianca.
- Todavía no. Es complicado... y no puedo ir a mi tío y decirle...
- ¿Decirme qué?
Un hombre de unos cuarenta años entro en el baño de la muchacha. La princesa abrió los ojos como un búho y sonrojada le dijo que se fuese.
- Por favor, majestad- dijo Bianca- la princesa quere tomar un baño y relajarse. Esperala en sus aposentos, en seguida irá.
La dama consiguio ir empujando hacia afuera al hombre. Antes de que pudiese protestar, cerro la puerta y echo el pestillo.
Candy seguía hundida en la bañera menos la nariz y los ojos. Miro a Bianca y le lanzo una mirada de agradecimiento. Salio poco a poco y su doncella le dio una toalla guiñandole un ojo.

(En sus aposentos...)

- Aquí estoy, tío.
- Siento lo del baño. No creía que estuvieses... desnuda, ya sabes.-miro a su sobrina de una manera que a la chica no le gusto nada.
- Queria comentarte-dijo mientras se ponia el albornoz encima del vestido- un asuto sobre el Congreso.
- Claro, querida. Cuentame.
- Bien... Yo... no creo estar preparada para ir esta noche al Congreso, asique... lo mejor será que vaya otro en mi lugar.
-¡Tonterías!- dijo su tio haciendo con la mano un gesto de negatividad- ¡Tu estas completamente capacitada para luchar por nuestra Tribu mejor que nadie!
- Pero...
- Pero nada.-dijo su tío tajante.- Irás y ya está.
La chica tuvo que hacer muchos esfuerzos para noromper a llorar. Miró a su tío a los ojos y muy fieramente le dijo algo que nunca creyó que llegaría a decir.
- Helos. Te he dicho que no voy y punto. Como me intentes obligar a ir, lo haré. Lo contaré todo. Tu eliges.
- ¿Me chantajeas, querida?- dijo él con una sonrisa y cruzando los brazos.
- Te aviso.- contestó la princesa sin apartar la mirada.
- Querida...- dijo su tío- me parece que no lo entiendes. Tienes que hacerlo. Ademas, ¿qué vas a contar? ¿Una teoría absurda que has sacado de tu imaginación? No tienes pruebas. Bueno, es normal que no tengas pruebas de algo que no pasó.
La princesa notó unas gotas de sudor recorriéndole la frente. Ella sólo quería quedarse y no ir al Condreso, pero él no la entendía. Lo había confundido con otra cosa. Se le estaba yendo el asuto de las manos.
- Yo... lo siento, tío. Sólo deseo quedarme aquí esta noche. No quiero ir al Congreso.
El rey sonrió mas aún.
- Está bien que te hayas arrepentido, pero...- se le fue acercando mientras hablaba- eso no va a ser todo...
El hombre estaba muy cerca de ella y Candy no sabía que hacer. Asique empezó a retroceder mientras Heos se le acercaba. Deseó encontrar una puerta o algo para salir de allí, pero nada. Chocó con la pared y maldijo para sus adentros. Cuando la mano de su tio la estaba rozando la cara, ocurrió un milagro.
- Ejem, ejem...
- Bianca...- murmurí Candy.
- La princesa tiene que prepararse para el Congreso. Venga aquñi, princesa.
- Ejem, claro.- dijo Helos enderezándose y aclarándose la garganta.- Yo ya me voy. Adiós, Candy.
La chica no respondió. Miraba al suelo con el rostro ensombrecido. Solamente asintio con la cabeza. El hombre miró a Bianca, quien le devolvió la mirada con parsimonia, y se fue.
- ¿Estás bien?- dijo mientras corría hacia ella y la abrazaba.
- No. No estoy bien. Al final voy a ir al Congreso.
- ¿Qué prefieres: ir al Congreso o quedarte aquí con tu tío?
- El Congreso.- dijo pasadis unos segundos- Pero... >¿porqué no va él? ¿Porqué... me complica la vida?
La princesa hundió la cabexa en las manos y empezó a llorar.
- Tranquila, ¿vale? Yo estaré allí y te ayudaré en lo que pueda.- la volvió a abrazar y le besó la cabeza.- Tranquiiila.
- Gracias por todo. ¿Qué haría yo sin tí?
- Seguramente nada.- contestó con aire de guasa.
Las dos chicas se rieron.
- Corre, anda. Vamos a ver el vestido y todo para esta noche.- Bianca se separo de Candy y la llevo hasta el tocado. Allí miraron vestidos y mas vestidos hasta que Candy se decidio por uno sencillo blanco con las hombreras plateadas.
- Él podria ir.- comento mientras se ponia el vestido.
- ¿Quien? ¿A donde?- preguntó Bianca mientras doblaba el albronoz y lo guardaba en el armario.
- Mi...mi tñio. No se porque insiste en que vaya al Congreso....
- Pues no se yo tampoco.
- Es un cerdo.
- Un cerdo roñoso.
- Un cerdo roñoso asqueroso.
- Uncerdo roñoso asqueroso...¿hediondo?
Hubo un corto silencio y las dos chica se rieron a carcajadas. Pasados unos minutos, las dos parecian estar de mejor humor.



(En el Congreso....)

En la gran mesa del Congreso se podian distiguir tres Clanes y la Tribu del Hielo. Un hombre se puso en medio del salon y espero a que todos se sentasen. Cuando la sala estuvo en silencio, el hombre empezó a hablar:
- Estamos aqui reunidos para hablar sobre la situacion que estamos sufriendo en Dunheim. Esta presente la representante del Clan del Fuego, la reina Akayami; el rey del Ckan de la Tierra, Cornelius. El representante del Clan del Aire, el rey Iván, la princesa Candy, representante de la Tribu del Hielo y... parece que la reina Meridia del Clan del Agua no se encuentra aqui....- otro hombre se le acercó y le susurró algo al oñido- Vamos a esperarla unos minutos y empezamos.
< ¿Qué hago?...> cavilaba Akayami con las manos entrelazadas y la cabeza apoyada en ellas.
< A quien elegir... De esto depende la seguridad de mi Clan...>pensaba Cornelius con la mirada desenfocada.
< Tengo que centrarme en el Congreso. Debo intentar no pensar en Aero> pensaba Iván mientras se columpiaba en la silla y jugueteaba con una costura medio suelta de su camisa.
- Quiero ime, Bi.-susurró Candy.
- Y yo, Ca.
- ¿Bi?
- ¿Ca?
Las dos chicas rieron y se mandaron a callar una a la otra.
- ¿Porqué no te vas donde la hija del herrero?- preguntó Bianca.
- ¿Donde quien?
- No me acuerdo de su nombre, creo que era Fiona o algo asi. Se fue a la Tierra, a una isla llamada Australia (mira tú que nombre) y allí está muy bie, por lo que me han dicho..
- Hmmm... podemos ir.
- Mejor nos callamos me parece que la reina Meridia ya ha llegado.
El hombre que habló al principio se aclaró la garganta e hizo la ultima presentacion:
- La reina Meridia, del Clan del Agua, representante de su pueblo, ya está aquí. Podemos empezar.
La mujer que faltaba entró seguida por su doncella. Tenía el vestido manchado en el bajo y cojeaba minimamente por un pie. Akayami se dio cuenta y se puso mas seria que de costumbre. Empezó a encajar piezas. Abrió los ojos mucho y cogió un papel. Buscó en su bolso minusculo la pluma de fénix dorado y empezó a escribir.



Buuueeeeno^^ Ya sé que han salido más Bianca y Candy, pero se incorporaban nuevas, asique les hice que salieron un poco más(; Ya sé que este capitulo es mas corto que los acostumbrados míos, pero es lo que hay, que para eso es una 1ª parte! xD Un beso y espero que os haya gustado!<3